30/07/24 — Volando a Chile

Vuelo a las 12 de la noche de Madrid. Me dejo el día para prepararlo todo y al final estoy literalmente todo el día pringado preparándolo todo, incluido subir hasta Pradollano a por la bolsa de esquí que me presta Antonio Manuel, porque la que yo había encargado finalmente no llega (¡ni llegaría nunca!).

Llego al aeropuerto de Madrid creyendo que voy bien de tiempo, pero resulta que el del parking que me tiene que recoger la furgoneta llega con media hora de retraso (!!!), y sino llega a ser porque el vuelo también se había retrasado probablemente no hubiera llegado a tiempo a la puerta de embarque.

Que te regañe la del mostrador de Iberia a gritos es una experiencia interesante.

Para futuras referencias, se necesita más de una hora desde que facturas hasta llegar a la T4S en Barajas.